Cada vez son más las mujeres que deciden retrasar la maternidad, bien sea por motivos laborales, económicos o simplemente porque aún no se sienten preparadas para afrontarlo.  Es por ello que un alto porcentaje ha decidido recurrir a la vitrificación de óvulos.

¿Qué es la vitrificación de óvulos?

La vitrificación de óvulos es un procedimiento realizado en el laboratorio, que permite conservar en el tiempo los ovocitos de la paciente. Los óvulos de la paciente permanecen congelados (vitrificados) con el fin de preservar la fertilidad y retrasar la maternidad hasta el momento que se encuentre preparada para ser madre.

Es aconsejable en las siguientes situaciones:

  • Mujeres que desean posponer su maternidad.
  • Pacientes oncológicas y no oncológicas que van a recibir tratamientos gonadotóxicos.
  • Mujeres que han recibido cirugía repetitiva sobre el ovario, como puede ser el caso de la endometriosis.
  • En pacientes con baja respuesta: para acumular ovocitos, o para tener una cantidad suficiente de ellos si el objetivo es realizar un ciclo de DGP.

¿En qué consiste?

Hay que tener en cuenta que a partir de los 35 años la fertilidad femenina disminuye ya que la cantidad y la calidad de los ovocitos decrecen.

La preservación de la fertilidad femenina gracias a la vitrificación de ovocitos se trata de que, estos son congelados con la ayuda de un crioprotector que evita que se produzcan daños en los mismos derivados de la edad o de tratamientos tóxicos.

Las fases que sigue la vitrificación de óvulos son:

Fase 1: Estimulación ovárica

Se empieza el tratamiento con la estimulación ovárica, donde se utilizan una serie de hormonas semejantes a las que produce la propia mujer. El objetivo es conseguir el desarrollo de varios folículos para obtener numerosos óvulos y así aumentar las probabilidades de éxito. La estimulación se controla periódicamente mediante ecografías y analíticas de sangre.

Fase 2: Punción folicular

Una vez varios folículos han alcanzado el tamaño adecuado (18 mm de diámetro) se administra la hormona hCG para desencadenar la maduración final de los óvulos, la cual se producirá 34-36 horas después y que es cuando se realizará la punción folicular.

Bajo sedación, el especialista en fertilidad extrae los óvulos maduros mediante punción folicular y vía vaginal. La recuperación de los óvulos es un procedimiento mínimamente invasivo que normalmente tiene una duración de menos de 15 minutos.

Fase 3: Vitrificación de los óvulos

La vitrificación es una técnica en la que las células se congelan de forma ultrarápida (se pasa de 37ºC a -196ºC en pocos segundos). Con la ayuda de medios específicos (crioprotectores) se sustituye el agua del interior de los óvulos para que las estructuras celulares no se vean dañadas por la formación de cristales. Los óvulos vitrificados se almacenan en tanques adecuados que contienen nitrógeno líquido y que los mantiene a temperaturas de -196ºC.

Fase 4: Estimulación endometrial

Cuando la mujer desee utilizar sus óvulos criopreservados, se programará la estimulación endometrial previa a su descongelación. En el momento que le baje la menstruación a la paciente, comenzará un tratamiento de estrógenos, a dosis crecientes, para conseguir el grosor endometrial adecuado, que será valorado mediante ecografía vaginal.

Fase 5: Desvitrificación de los óvulos

Una vez crecido el endometrio de la paciente, podrá realizarse la desvitrificación de los óvulos para su fecundación in vitro. Los óvulos de la paciente permanecen criopreservados mediante un proceso de vitrificación y almacenados en tanques adecuados que contienen nitrógeno líquido y que los mantiene a temperaturas de -196ºC. Para su descongelación, se pasan a una temperatura corporal de 37ºC.

Fase 6: Inseminación

Una vez descongelados los ovocitos, se prepararán los espermatozoides de la pareja o de un donante anónimo perteneciente a un banco de semen, lo que se conoce como capacitación seminal.

La muestra de semen es seleccionada en el laboratorio mediante técnicas de lavado, donde se escojerán aquellos espermatozoides con mayor movilidad.

Fase 7: Fecundación

Según los antecedentes y características de la paciente, se decidirá la técnica de inseminación (FIV o ICSI) más apropiada.

Mediante el FIV convencional, los ovocitos recuperados y los espermatozoides capacitados se ponen en contacto en una placa de laboratorio, y se espera que uno de ellos consiga fecundar al ovocito de manera autónoma.

Mediante el ICSI (microinyección intracitoplasmática de espermatozoides), el embriólogo introduce un espermatozoide seleccionado entre la muestra se semen en el interior de cada ovocito con la ayuda de un micromanipulador y una microaguja, de manera directa en el laboratorio.

Fase 8: Cultivo embrionario

Al día siguiente de la inseminación, se observa la fecundación de los ovocitos. Aquellos que hayan sido fecundados de manera correcta se mantendrán en el laboratorio en observación durante varios días (entre 2 y 5 días).

Día a día se irá viendo como los embriones de van dividiendo y va aumentando su número de células.

Fase 9: Transferencia de embriones

Los embriones resultantes que tengan las características morfológicas adecuadas serán los que se transfieran al útero materno. Los embriones sobrantes serán criopreservados.

El ginecólogo utilizará un pequeño catéter para guiar a los embriones a través del cuello del útero y depositarlos en éste. El procedimiento de la transferencia embrionaria dura pocos minutos y el tiempo de recuperación de la paciente es mínimo.

Para facilitar la implantación del embrión se administra progesterona vía vaginal para dar un soporte a la fase lútea.

Fase 10: Embarazo

Normalmente los embriones se congelan en día 3 de desarrollo embrionario, por lo que la prueba de embarazo se realizará mediante un análisis de sangre 10 días después de la transferencia embrionaria.

Si la paciente sufre pérdidas de sangre antes de realizarse el test es importante que nunca abandone la medicación y que se ponga en contacto con el equipo médico para que la asesore.

Durante todo el tratamiento, su asistente personal estará disponible en todo momento para
poder resolverle las dudas que pudiese tener y apoyarla en este momento tan especial.

Resultados

La principal ventaja de la vitrificación de ovocitos respecto a la congelación tradicional es que no se forman cristales de hielo que dañen al óvulo y alrededor del 97% sobreviven al proceso. Además, se obtienen los mismos resultados clínicos que con los ovocitos en fresco.

Una de las grandes ventajas de VITA es que cuenta con un laboratorio propio de medicina reproductiva está equipado con sistemas y tecnologías de última generación, cumpliendo con el certificado de calidad ISO 9001. Es por ello, que son muchas las mujeres que confían en nosotros.

Si aun no estas preparada para ser madre, pero tienes idea de serlo en un futuro, no lo dudes y recurre a la vitrificación de óvulos. En VITA estamos dispuesto a ayudarte, ven e infórmate, la primera consulta es gratuita.