Inseminación Artificial con semen de la pareja
(IAC o Inseminación Homóloga)

La inseminación artificial con semen de la pareja, también conocida como inseminación intrauterina con semen de cónyuge (IAC o IA Homóloga) es una técnica donde se depositan los espermatozoides seleccionados de la pareja de una forma no natural en el útero de la mujer durante su periodo ovulatorio, con el objetivo de facilitar el embarazo. Es la técnica de reproducción asistida más sencilla.
¿En qué consiste la Inseminación Artificial con semen de la pareja?

¿Para quién está indicada esta técnica?
La Inseminación Artificial con semen de la pareja está indicada para
- Parejas donde la mujer tiene disfunciones ovulatorias como el síndrome de ovario poliquístico, anovulación o problemas en la fase folicular, con una reserva ovárica aceptable, trompas permeables, y una calidad del semen de la pareja normal o con alteraciones leves-moderadas.
- Parejas donde la mujer padece endometriosis leve o moderada.
- Parejas donde la mujer padece factor cervical.
- Parejas donde la mujer tiene alteraciones anatómicas, como estenosis (estrechez del cuello uterino) o vaginismo.
- Parejas donde el hombre no puede depositar el semen en la vagina: impotencia sexual, eyaculación retrograda, eyaculación precoz.
- Parejas con problemas de esterilidad inmunológica, donde en el aparato reproductor femenino se producen anticuerpos que destruyen a los espermatozoides.
Los requisitos para que una pareja se someta a una inseminación artificial y tenga la mayor posibilidad de éxito son:
- Comprobar la permeabilidad de las Trompas de Falopio para garantizar el paso de los espermatozoides para que se pueda dar la fecundación, y después que el cigoto llegue hasta el útero.
- Descartar mediante una ecografía posibles malformaciones uterinas que pudiesen afectar a la implantación y el desarrollo del embarazo. Además, garantizar una respuesta a la estimulación ovárica para recuperar un mínimo de ovocitos aptos para poder realizar la técnica.
- Verificar mediante un seminograma que existe una calidad mínima del semen. La muestra de semen de la pareja tiene que cumplir unos requisitos mínimos de concentración y/o movilidad.
- Garantizar que no hay riesgo de contagio a la pareja y/o futuro bebé descartando el riesgo de una posible hepatitis C o B, VIH, rubeola, sífilis y toxoplasmosis.
- La edad de la mujer influye directamente en las probabilidades de éxito o fracaso. A partir de los 36 años es aproximadamente cuando empiezan a disminuir las posibilidades de embarazo mediante esta técnica.
40% Tasa acumulada
Según el registro de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), España es actualmente el tercer país en Europa con más tratamientos de inseminación artificial. Se realizan unas 23.000 inseminaciones al año.
Habitualmente tras la inseminación, la paciente espera alrededor de una hora en la habitación del centro de reproducción asistida. Luego, una vez en casa, la mujer puede realizar vida normal.
Una vez lograda la gestación, el desarrollo del embarazo es totalmente normal; el riesgo de aborto, parto prematuro o un bebé con una malformación congénita es el mismo que en un embarazo obtenido por coito vaginal.