Los tratamientos de reproducción asistida han ido en aumento en los últimos años, introduciendo nuevas técnicas que mejoran el éxito de este tipo de tratamientos. Entre ellas destaca la técnica MACS (Clasificación de Células Magnéticamente Marcadas) dentro del proceso de preparación del semen para una FIV o una Inseminación Artificial.

Entre las parejas que acuden a un centro de reproducción asistida con algún tipo de problema de esterilidad o infertilidad, en un 30% se debe a causas masculinas, como puede ser una alteración testicular, una obstrucción de los conductos que impide la correcta eyaculación, problemas de próstata, alteraciones en la eyaculación o erección y alteraciones en el semen. Para estudiar la fertilidad masculina se suele realizar un seminograma, que mide la cantidad (concentración), calidad (actividad y movilidad) y forma (morfología) de los espermatozoides. En base a este seminograma se puede estimar y seleccionar los espermatozoides óptimos para la fecundación.

Pero actualmente, gracias a la evolución de las técnicas de reproducción asistida, se ha desarrollado una nueva técnica que se basa en eliminar del eyaculado aquellos espermatozoides que están destinados a morir y no llegarán a fecundar al óvulo. De este modo nos quedaremos con los espermatozoides sanos para su selección, incrementando de esta manera la posibilidad de embarazo. La técnica MACS permite seleccionar los espermatozoides con las mejores características, mejorando en un 10% la tasa de fecundación del óvulo.

¿En qué consiste la técnica MACS?

La técnica MACS o columnas de Anexina V es un método para tratar la infertilidad masculina. Consiste en marcar los espermatozoides destinados a morir con partículas magnéticas biodegradables y la proteína Anexina V, de forma que al hacer pasar el esperma por un conducto con un imán, los espermatozoides sanos fluyen mientras que los espermatozoides apoptóticos (con muerte celular programada) se quedan retenidos. Este proceso trata de simular el proceso natural de selección, donde los espermatozoides viajan desde la vagina hasta las trompas de Falopio para fecundar al óvulo.

La proteína Anexina V junto a las partículas magnéticas realizan este proceso de selección. Aquellos espermatozoide que presentan un alto grado de fragmentación en su material genético tienen un bajo porcentaje de fecundación y de implantación embrionaria. Dichos espermatozoides tienen la membrana externa alterada, y la proteína Anexina V es capaz de reconocerlos, fijándose a esta membrana defectuosa.

La muestra de semen se hace pasr por el soporte del MACS, una matriz porosa por donde avanzarán los espermatozoides, equivalente a un colador. El campo magnético de esta matriz logra capturar todo aquel espermatozoide unido a la Anexina V, ya que dicha proteína está adherida a partículas magnéticas.

Los espermatozoides que superen la matriz del MACS estarán libres de alteraciones, con las mejores cualidades fisiológicas, y por tanto serán óptimos para su posterior uso en un tratamiento de reproducción asistida. Con este proceso se consigue mejorar la calidad de la muestra permitiendo obtener mejores tasas de fertilización del óvulo y una mejor calidad embrionaria incrementándose así la probabilidad de embarazo.

¿Para quién se aconseja la técnica MACS?

Esta tecnología se puede aplicar a cualquier paciente antes de un tratamiento de reproducción asistida con el fin de aumentar las posibilidades de éxito, pero se recomienda aplicar en:

  • Pacientes infértiles con una elevada fragmentación de ADN en sus espermatozoides.
  • Pacientes con problemas de infertilidad masculina graves o de origen desconocido.
  • Pacientes con abortos de repetición sin origen conocido.
  • Pacientes con baja tasa de fecundación.
  • Pacientes con al menos un ciclo previo o con mala calidad embrionaria no atribuible a los óvulos.
  • Pacientes tratados con quimioterapia y/o radioterapia.