El embarazo ectópico o extrauterino es un embarazo que se produce fuera del útero. En un embarazo natural, la unión del ovocito con el espermatozoide se produce en las trompas de Falopio de la mujer. Tras la ovulación, el ovocito queda alojado en la Trompa de Falopio durante unas 24 horas en espera de ser fecundado. Si el óvulo es fecundado, el embrión resultante irá descendiendo por la trompa hasta el útero, lugar donde se producirá todo el desarrollo embrionario y fetal. Durante este recorrido del embrión hasta el útero pueden haber complicaciones que hacen que el descenso no sea el correcto, implantándose el embrión fuera del útero, generalmente en las trompas de Falopio (98% de los casos). Es lo que se conoce como embarazo ectópico.

Los embarazos ectópicos generalmente no son viables y se ha de recurrir al aborto inducido, ya que el embrión apenas tiene posibilidades de desarrollarse fuera del útero. Este crecimiento puede producir daños irreversibles a la morfología de otras estructuras y dañarlas, especialmente a las trompas de Falopio, afectando a la fertilidad de la mujer o incluso su muerte.

Es importante detectar a tiempo un embarazo ectópico por los graves riesgos que corre la madre. Un diagnóstico a tiempo es fundamental para evitar consecuencias negativas que afecten a la fertilidad de la mujer. Saber detectar las primeras señales de alarma es fundamental.

Factores de riesgo del embarazo ectópico

En España, apenas un 2% de los embarazos son ectópicos. Es una situación que le puede pasar a cualquiera, aunque hay algunos factores de riesgo que pueden predisponer a padecer un embarazo de este tipo.

  • Tener más de 35 años: la mayor tasa de embarazos ectópicos se produce en las mujeres mayores de 35 años.
  • Haber tenido las trompas ligadas: las mujeres que se sometieron a una ligadura de trompas y posteriormente volvieron a realizarse una recanalización tubárica para poder volver a quedarse embarazadas, tiene un riesgo mayor.
  • Haber padecido una enfermedad pélvica inflamatoria: una infección del aparato reproductor a causa de enfermedades como la gonorrea o la clamidia aumentan la posibilidad de un embarazo ectópico.
  • Portar un DIU (dispositivo intrauterino): si en el raro caso de que la mujer se quedara embarazada portando un DIU, el riesgo de un embarazo ectópico es elevado.
  • Padecer endometriosis: La endometriosis, que afecta al 15% de las mujeres españolas en edad fértil, es un factor de riesgo del embarazo ectópico. En esta enfermedad, el tejido que recubre el interior del útero (endometrio) crece fuera de la matriz, afectando a los ovarios, los ligamentos que sostienen el útero o las trompas de Falopio. Esto puede provocar una incorrecta implantación del embrión fuera del útero.
  • Tener defectos congénitos en las trompas de Falopio, que impiden un correcto descenso del embrión hacia el útero.
  • Ser fumadora: la nicotina puede paralizar las vellosidades del revestimiento de la trompa de Falopio encargadas de llevar el óvulo fecundado al útero.
  • Haber tenido un embarazo ectópico previo: es relativamente frecuente (entre un 10% y un 25%) que mujeres que han sufrido un embarazo ectópico vuelvan a tenerlo.

Síntomas del embarazo ectópico

Como hemos visto, es fundamental detectar a tiempo el embarazo ectópico para evitar daños irreversibles en la salud de la mujer y en su fertilidad. Muchos de los síntomas del embarazo ectópico se pueden confundir con síntomas habituales de un embarazo, como náuseas, fatiga, debilidad y dolor abdominal. El método más efectivo para detectar un embarazo ectópico es realizar una ecografía temprana, para comprobar que el embrión se ha implantado correctamente en el útero.

Los síntomas del embarazo ectópico más habituales son:

  • Dolor muy fuerte en la parte baja del abdomen, incluso al orinar, toser o hacer movimientos bruscos.
  • Pérdidas vaginales o ligeras hemorragias varios días o semanas antes que los dolores.
  • Náuseas y mareos, aunque es difícil de diferenciar de los síntomas de un embarazo normal.
  • Desvanecimientos o debilidad, con pulso rápido y débil, y una piel fría y húmeda.
  • Dolor en el hombro o dolor de lumbago en la parte baja de la espalda.
  • Hemorragias.

Embarazos ectópicos en tratamientos de reproducción asistida

Siempre se ha considerado que los tratamientos de reproducción asistida como es una fecundación in vitro podía aumentar el riesgo de padecer un embarazo ectópico. Según algunas estadísticas, la tasa de embarazos ectópicos es de aproximadamente:

  • FIV con ovocitos propios …………………………………………2,6%
  • FIV con ovocitos propios previamente congelados ………… 1,5%
  • FIV con ovodonación ……………………………………………. 0,9%
  • FIV con ovodonación de ovocitos previamente congelados . 0,9%

Como vemos en estos datos, el mayor riesgo se produce cuando el tratamiento se realiza mediante ovocitos propios. En cambio, cuando la mujer es receptora de óvulos donados es menor, tanto si se transfieren embriones frescos o previamente congelados. Hay varios estudios que confirman que la estimulación ovárica realizada en un tratamiento de fecundación in vitro reduce la receptividad endometrial, y por tanto, aumenta el riesgo a que se produzca un embarazo ectópico. Por otro lado, al realizar la transferencia de embriones en ciclos posteriores, es decir, embriones congelados previamente (de la propia mujer o embriones donados), la receptividad endometrial es mayor y por tanto se reduce el riesgo a que se produzca un embarazo ectópico.

Se puede concluir que la estimulación ovárica para obtener los ovocitos produce cambios en el medio ambiente de la trompa y útero, y esto podría aumentar el riesgo de padecer un embarazo ectópico. En cambio, al realizar la transferencia en un ciclo diferente al de la estimulación ovárica, reduce este riesgo.