Cualquier tratamiento de fertilidad, ya sea inseminación artificial, fecundación in vitro, etc.; tiende a ser un acontecimiento que puede llegar a generar un alto nivel de estrés y ansiedad cuando estamos buscando ser padres.

Al llegar a este punto experimentamos la frustración y la falta de control sobre nuestra capacidad reproductiva. Durante el comienzo de nuestra vida adulta decidimos planificar, mediante el uso de métodos anticonceptivos, el que será el mejor momento económico, laboral y de pareja para ser padres. Esto hace que demos por hecho que el embarazo aparecerá cuando estemos preparados.

Pero, hay ocasiones en las que las cosas no ocurren como planeamos, y pasamos a necesitar ayuda para poder conseguir nuestro sueño de ser padres. ¿Qué pasa ahora?: el estudio de fertilidad, el diagnóstico, las relaciones sexuales programadas, el control del ciclo menstrual, el miedo al proceso médico y en muchas ocasiones el afrontamiento económico del tratamiento, etc. Tanta información acaba por ser imposible de asimilar, originando una ansiedad nada beneficiosa para la pareja.

El comienzo del tratamiento

Una vez se inicia un tratamiento de fertilidad podemos llegar a sentir sentimientos ambivalentes. Esto significa que por un lado llegamos a sentir ilusión y motivación y, por otro, miedo y ansiedad ante los riesgos que supone. Las parejas son conscientes de que puede darse la posibilidad de que, en alguna fase, el tratamiento pueda pararse.

Esto se da mucho en el caso de las mujeres, ya que reciben el tratamiento, pueden focalizar constantemente la atención en las sensaciones físicas, las emociones y la posible llegada de la menstruación, aumentando el nivel de ansiedad y estrés. Mientras que, en hombres, el momento más estresante es cuando se someten a un análisis de la calidad del semen. Se trata de un momento en el que se ven con una gran responsabilidad de esforzarse para conseguir la mayor cantidad y calidad del semen y como es de esperar, el estrés no es un buen aliado.

¿Qué manera hay de gestionar el estrés para que no derive en ansiedad?

Comunicación en pareja y con el equipo médico

Esta incertidumbre y miedo causados por esta situación provoca un impedimento a la hora de expresar nuestros pensamientos y sentimientos. Es muy importante ser capaz de llevar una comunicación abierta con la pareja y tomar las decisiones de forma conjunta llegando a acuerdos donde ambos miembros se sientan respetados.

Esto mismo ocurre con el equipo médico, olvidaros del miedo a preguntar todo lo que os preocupe, toda información compartida por el equipo médico contribuirá a que os tranquilicéis y confiéis en los profesionales de VITA al cargo de vuestra fertilidad.

Dedica tiempo a investigar

Siempre es recomendable, antes de decidir el tipo de tratamiento a realizar o si recurrir a un donante, investigar y buscar información de calidad (aconsejamos evitar los foros) que pueda ofrecernos los conocimientos necesarios para tomar mejor decisión para nuestro caso.

En blogs como el de VITA, puedes encontrar multitud de artículos de interés cuyo objetivo es el de informar sobre los avances en la medicina reproductiva, dudas frecuentes, etc.

Busca realizar actividades agradables

El objetivo de lograr ser padres puede suponer un gran esfuerzo psicológico y físico. Es por esto que, durante el tratamiento, siguiendo las indicaciones de nuestros expertos, recomendamos planificar actividades agradables que aleje el foco de atención de lo que nos preocupa y así evitar la ansiedad. Ejemplos de actividades agradables como ir al cine, dar paseos, buscar un hobby al que dedicarle tiempo, crear un diario, serán claves sobre todo en días de espera, donde el nivel de estrés es mayor.

Evitar las conductas obsesivas

Existen ciertas conductas obsesivas durante el tratamiento, las cuales seguramente te desaconsejen nuestro equipo, que tienen una total falta de evidencia en cuanto a su efectividad. El realizar el test de embarazo nada más realizada la transferencia, estar totalmente centrada en observar si has sangrado de forma constantemente y/o mantenerte inmóvil tras las relaciones o durante los días de espera de resultados son ejemplos de conductas obsesivas que debéis evitar.

Asegurarte de centrarte en seguir las indicaciones de nuestro equipo de reproducción asistida y recuérdate que ya estás haciendo todo lo posible. Si realmente hubiese algo más que hacer, tu ginecólogo te informará de ello.

Practica técnicas de relajación

La capacidad de mantener un estado de relajación es muy importante en esta etapa, por eso recomendamos el informarse sobre las distintas técnicas de relajación disponibles y practicarlas. Esto es posible a través de técnicas como la Respiración Diafragmática, la Relajación Progresiva de Jacobson, el yoga o el Mindfulness.

El último mencionada es altamente beneficioso si se practica con regularidad, pues nos ayuda a centrar nuestra atención en el ahora, en el momento presente, y así logrando evitar que nuestra mente viaje hacia el futuro a través del temido “y si…”

Gestionar la presión de nuestro entorno

Otro aspecto importante que queremos mencionar hoy es el cómo gestionar la presión originada/causada por nuestro entorno: ¿qué te ha dicho el médico?, ¿para cuándo el embarazo?, ¿de quién es el problema?… A día de hoy la infertilidad sigue siendo un tema tabú en nuestra sociedad, romper su secretismo sería beneficioso para muchos.

Hasta que esto ocurra, debemos de ser conscientes de que la infertilidad y su tratamiento es algo íntimo o de pareja. ¿Qué significa esto? Que lo contaremos a quién y hasta donde creamos conveniente. Por ejemplo, puedes mencionar que has decidido recurrir a la reproducción asistida pero no es necesario, en caso de que no quieras, especificar qué tipo de tratamiento o diagnóstico se trata. Este proyecto reproductivo es la pareja y eso es lo que realmente importa.

En el caso de veros expuestos a preguntas incómodas, practica la asertividad, tenéis todo el derecho del mundo a no contestar e incluso de decir que esa pregunta no te ayuda. Asegúrate de indicar a tu entorno, familiares y amigos, que les mantendréis informados una vez que tengáis algo que contar, seréis vosotros los que daréis la información si mientras tanto preferís no tratar el tema de forma insistente.

Busca ayuda en un profesional

En el caso de haber puesto en práctica todos los consejos mencionados en nuestro blog, pero seguís viéndoos afectados por la ansiedad y el estrés en vuestro día a día (insomnio, imposibilidad para concentraros, rumiación constante, falta de apetito…) entonces es momento de solicitar la ayuda de un psicólogo experto en reproducción asistida. Se tratará de un guía perfecto con el que estar en las mejores condiciones psicológicas durante el camino hacia la maternidad/paternidad.