La facilidad o dificultad para quedarse embarazada depende de muchos factores.

Los más conocidos son los que se pueden medir fácilmente en las pruebas habituales: Calidad del semen (seminograma), reserva ovárica (hormona Antimülleriana), estado de las trompas de Falopio (Histerosalpingografía), alteraciones genéticas (Cariotipo)

Otros factores difíciles de medir como el estrés de la pareja también pueden influir. La frecuencia y calidad de las relaciones sexuales, cambios en el metabolismo y algunas hormonas relacionados con el estrés, preocupación excesiva, toma de fármacos ansiolíticos o antidepresivos, pueden alterar aspectos relacionados con las ovulaciones, la calidad seminal, y qué duda cabe que estarán presente en muchos de los casos de parejas con problemas para gestar y pueden tener una implicación directa en su dificultad.

Es por ello que hay que realizar un estudio global y completo de la pareja y no olvidar dar apoyo emocional y psicológico.

En el caso de pacientes que ya están siendo sometidas a tratamientos de fertilidad, informar en profundidad del tratamiento, riesgos, beneficios, objetivos, etc, está demostrado que disminuirá su nivel de estrés y aumentará la satisfacción ante un éxito y mitigará el duelo ante un fracaso.

Dr. Jose Manuel Gómez Santana

Ginecólogo especialista en Medicina Reproductiva

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