El proceso de donación es el más sencillo de todos los tratamientos, puesto que la que va a recibir la peor parte del proceso es la donante de óvulos. Para empezar, se solicitarán una serie de pruebas (serologías, grupos sanguíneos, etc.) y las características físicas de ambos miembros de la pareja. Con el grupo y las características de la receptora, comenzamos la búsqueda de una donante compatible. Una vez seleccionamos a la donante, sincronizamos y programamos los ciclos de ambas, gracias a los anticonceptivos orales. La receptora deberá recibir una inyección intramuscular de una medicación que frena los ovarios, para evitar que ovule durante el ciclo y por consecuencia le baje la regla antes de que podamos transferir un embrión.

Una vez le baje la regla tras esta inyección, comenzará con una medicación oral o parches (estrógenos) y 12-14 días después se le realizará una ecografía para ver si el endometrio tiene un grosor suficiente. Si el endometrio está preparado, la donante comenzará la estimulación (10 días apróx.) mientras la receptora continua con la misma pauta. Cuando la donante esté lista para la punción folicular, avisaremos a la receptora para que su pareja deje una muestra de semen en el laboratorio (en caso de hacer tratamiento con el semen de la pareja) el mismo día de la punción. Esto se avisará siempre con 2 días de antelación. El día de la punción, fecundaremos los ovocitos maduros obtenidos (bien con espermatozoides de la pareja, bien con donados) y llamaremos a la receptora para informar de cómo ha ido y recordar que deberá comenzar esa noche con una medicadión vaginal (progesterona).

Los embriones se cultivarán 5 días en un incubador que simula las condiciones en las que estarían en ambiente natural y al 5º día seleccionaremos los que sean viables, haremos la transferencia de un único embrión y el resto, de haberlos, se vitrificarán (por ley, deberemos vitrificar todos los embriones sobrantes). Existe la posibilidad de transferir dos embriones en lugar de uno si no existe ninguna contraindicación médica, pero por la alta tasa de implantación en este tipo de tratamiento, está muy desaconsejado, ya que el riesgo de un embarazo gemelar es también muy elevado y puede acarrear graves problemas tanto para los bebés (parto prematuro, rotura prematura de bolsa, bajo peso, etc.) como para la madre (mayor riesgo de pre-eclampsia y diabetes gestacional, riesgos relacionados con parto múltiple o cesárea, etc.).

10 días después de la transferencia embrionaria se deberán realizar una analítica sanguínea para comprobar si hay embarazo.

 

Azahara Gracia

Enfermera de la Unidad de Medicina Reproductiva

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