Recientes estudios científicos constatan que, una de las causas que justifican el incremento de los problemas de fertilidad actuales es, sin duda, la exposición de los individuos a tantos productos químicos y a la contaminación del aire.

La infertilidad, enfermedad que imposibilita la concepción natural de un hijo o el embarazo tras un año de relaciones sexuales sin el uso de métodos anticonceptivos, afecta hoy en día al 15% de las parejas en España, un porcentaje que ha aumentado en los últimos años y que se espera siga creciendo.

De ahí la importancia de los resultados que arrojan los estudios científicos y médicos que relacionan directamente la fertilidad y la contaminación atmosférica. Cada vez es más urgente que las autoridades implanten una política que permita identificar y reducir la exposición a tantos productos químicos y contaminantes como estamos expuestos.

Más allá de las enfermedades respiratorias o de los tumores de pulmón, cuya vinculación con la polución es de sobra conocida y admitida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen nuevas evidencias científicas que relacionan la contaminación de la atmósfera con la función pulmonar en niños y adolescentes en edad escolar, e incluso, con los efectos nocivos del desarrollo del feto durante el embarazo (desarrollo de los pulmones, del peso, número de abortos y desarrollo cognitivo del bebé).

El último de estos estudios científicos, el realizado por el Hospital del Mar de Barcelona bajo petición de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva y cuyos resultados se han publicado en la revista Fertility and Sterility. El objetivo de dicho estudio es buscar la relación directa que existe entre la calidad del aire y la disminución de la fertilidad tanto en hombres como en mujeres, así como el incremento de número de abortos.

Pues bien, a través de dos estudios, uno destinado a examinar la calidad del esperma y, otro segundo, dirigido a revisar cómo afecta a la reproducción y fertilidad femenina, el Dr. Checa, responsable del estudio y Jefe de la sección de reproducción humana del servicio de ginecología del Hospital del Mar, concluye que existen reales evidencias científicas entre la contaminación y la fertilidad; es decir, la polución atmosférica disminuye la calidad del esperma e incrementa el riesgo de abortos. O lo que es lo mismo, la polución ataca en gran medida la perpetuación de la especie humana.