La maternidad tardía, especialmente en mujeres mayores de 40 años, obliga a cada vez más mujeres a someterse a tratamiento de fecundación in vitro. Como bien sabemos, la posibilidad de quedarse embarazada disminuye con la edad, cayendo drásticamente a partir de los 36-38 años.

A pesar de ello, la tendencia social es aplazar cada vez más la maternidad, incluso más allá de los 40 años. Esto es especialmente habitual en España, uno de los países con la edad media para ser madre por primera vez más alta del mundo, de 31,8 años. La maternidad tardía ha propiciado que el número de mujeres mayores de 40 años que acuden a los centros de fertilidad para concebir un hijo mediante fecundación in vitro se haya duplicado en la última década. Se estima que aproximadamente el 40% de las pacientes que se someten a una FIV son mayores de 40 años. Esta cifra era de apenas el 15% hace 10 años.

Las causas del incremento del número de mujeres mayores de 40 años que requieren fecundación in vitro se deben a los cambios sociales actuales, donde en muchos casos se retrasa la maternidad debido a las dificultades de conseguir estabilidad laboral, económica y sentimental antes de los 40 años. El hecho de querer afianzar la carrera profesional, acceder a una vivienda, lograr estabilidad económica y tener pareja estable antes de formar una familia, elevan la edad media del primer hijo por encima de los 30 años. Además de los problemas para conseguir el embarazo, con la edad se acrecientan los riesgos de sufrir abortos, partos prematuros, embarazos múltiples o alteraciones congénitas.

La mayoría de estas mujeres mayores de 40 años se hubieran quedado embarazadas de forma natural si lo hubieran intentado antes de los 35 años, edad en la que la fertilidad aún no se ve muy disminuida. Por debajo de los 35 años, aún no se debería de tener problemas para conseguir el embarazo, pero a partir de los 40 el declive es imparable y rápido, siendo de menos de un 5% las posibilidades de quedarse embarazadas de forma natural.

Pero a partir de los 40 años, es muy posible que se requiera algún tratamiento de fertilidad para conseguir el embarazo. A esa edad generalmente se utilizan tratamientos de fecundación in vitro, con mejores tasas de éxito del embarazo que la inseminación artificial.

  • FIV CON OVOCITOS PROPIOS …… 24,6%
  • FIV CON OVOCITOS PROPIOS PREVIAMENTE CONGELADOS (PRESERVACIÓN DE LA FERTILIDAD) …… 25,3%
  • FIV CON DONACIÓN DE OVOCITOS …… 53,1%
  • FIV CON DONACIÓN DE OVOCITOS PREVIAMENTE CONGELADOS (OVOCITOS DONADOS Y CRIOPRESERVADOS) …… 39,3%

Como vemos, las tasas de embarazo usando óvulos donados son mayores, por eso en mujeres mayores de 40 años se recomienda la ovodonación. No obstante, cada vez son más las mujeres que deciden congelar sus propios óvulos a una edad temprana para que su envejecimiento no impida tener hijos. Esta alternativa permite decidir cuándo ser madres a mujeres que aún no se han decidido a tener hijos, bien porque no tienen pareja o bien por causas laborales. Sin embargo, para el éxito de estos tratamientos de preservación de la fertilidad, es conveniente que la congelación de óvulos se realice antes de los 35 años para mantener su calidad.